COMPOSICIÓN DEL SEMEN
- Menos del 1% del semen contiene espermatozoides. Cerca del 30 % del líquido seminal proviene de la próstata, que libera un fluido donde los espermatozoides pueden sobrevivir.
- El 70% de la eyaculación proviene de las vesículas seminales, cuyas secreciones agregan fructosa a la eyaculación para nutrirla.
- No todos los espermatozoides se activan a la vez, sino que tienen un reloj interno que les dice cuando reaccionar a las señales activadoras del fluido seminal. Sólo el 10% de los espermatozoides puede ser activado.
- El líquido seminal también contiene sustancias químicas que protegen a los espermatozoides.
- Según la OMS (Organización Mundial de la Salud) hay 20 millones de espermatozoides por mililitro de semen y los hombres con un conteo inferior tienen oligospermia.
LA EDAD DE PLENITUD EN EL HOMBRE
A los 20 les sobra libido, a los 30 experiencia y a los 40
buscan nuevos estímulos en la cama. Su clímax depende más de la motivación que
de la edad.
- Si le preguntamos a un hombre de 42 años si tiene las mismas ganas de sexo que cuando tenía 22, puede que su respuesta te sorprenda. La edad no reduce el interés sexual, sino el tipo de vida que uno lleve. No es lo mismo ser deportista, comer sanoy estar mentalmente estable que tener problemas de sobrepeso o estrés. También es importante si el hombre tiene pareja estable o si está abierto a experiencias nuevas.
- La mayoría de los sexólogos coinciden en queexisten tres edades sexuales en el hombre, que comienzan a los 15 años y terminan a los 70. En ellas, el deseo persiste pero no se vive con igual intensidad. Un adolescente tiene en contra la falta de experiencia (¡qué importante es en todos los casos!) y a su favor el exceso de energía. Cuando se entra en la veintena es cuando se cristaliza la identidad sexual, aumenta la autoestima y surge una necesidad de contacto físico. Las erecciones son menos frecuentes y tardan más en llegar al orgasmo. Se siguen masturbando y les gusta consumir pornografía. También es cuando tienen más ganas de vivir, más libertad para hacerlo y, dicho sea de paso, menos quebraderos de cabeza.
¿A quién buscan?
A ninguna mujer que les haga feliz ni que sea
perfecta, sino a alguien con la que pasar un rato divertido y con la que probar
cosas nuevas y vivir sus propias fantasías sexuales. Es entre los 20 y los 30 años cuando el sexo
está más ligado a la diversión y, también, cuando ellos son más
activos. Eso sí, además es cuando los hombres son más propensos a la
eyaculación precoz.
TAMAÑO Y GROSOR DEL PENE
Longitud:
- Ese toma la medida con una regla milimetrada desde la raíz del pene –unión entre la piel púbica y el pene– hasta la punta del glande.
En flacidez:
- Además de la medición básica, en este estado es posible calcular también la ‘extensión máxima‘ –la que puede llegar a alcanzar el pene sin estar en erección–. Para hacerlo hay que estirarlo con la mano todo lo que se pueda cuando está flácido y ponerlo en ángulo recto con la tripa.
En erección:
- Coloca el pene en ángulo recto con la tripa y mide con la regla. Debes verte el meato –ranura del glande– si miras a la punta de tus pies. La cifra suele ser de 1 a 2 cm más que en ‘extensión máxima’.
Circunferencia:
- Es el contorno. Se mide con cinta de sastre en la mitad del tronco del pene.
Diámetro:
- Se trata del grosor. La medida se toma en la zona media con un aparato llamado pie de rey. 13,58 centímetros de largo por 3,82 de diámetro. Éstas son las medidas de la ‘hombría’ española en su punto álgido –o sea, en erección–, según un reciente estudio de la Asociación Española de Andrología (Asesa). Aunque distan mucho de los 34,3 centímetros del mayor pene conocido hasta el momento, lo cierto es que son unas medidas que se encuentran dentro de la normalidad, sobre todo si tenemos en cuenta que, dejando a un lado los tan habituales alardes y fanfarronerías, sólo 5 de cada 1.000 penes españoles superan los 20 centímetros.
La importancia del tamaño
Sin embargo, cada vez son más los varones que recurren al
médico preocupados por el tamaño de sus atributos, en línea con la
tendencia experimentada en Estados Unidos en la última década. De hecho, una
de cada 100 consultas se debe a esta cuestión a pesar de que el 44% de los que
acuden tiene un pene normal e incluso superior a la media. Su perfil suele ser
el de personas con problemas de autoestima y alteraciones en su comportamiento
social y sexual. Al final, casi las tres cuartas partes de quienes realmente
tienen un problema acaban iniciando algún tratamiento.
Además, las más de 19.000 llamadas recibidas en los
últimos cuatro años interesándose por el aparato de tracción para el
alargamiento de pene ‘Jes
Extender’ parecen confirmar el deseo de muchos españoles por ganar unos
centímetros.